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EL MILAGRO DE HENRY POOLE |
EL MILAGRO DE HENRY POOLE |
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LA ESPERANZA ES UN ACTO DE FE Henry Poole regresa al barrio de clase media de Los Ángeles donde se crió con el objetivo de hallar algo de paz y soledad. A través de una irritante agente inmobiliaria, compra una casa mediocre sin discutir el precio y se instala con una caja de vodka y montones de donuts. Sin embargo, el retiro tranquilo y voluntario de Henry se ve interrumpido por un trío de vecinas: una cotilla con buenas intenciones llamada Esperanza; la niña de ocho años Millie, que no ha abierto la boca desde que sus padres se divorciaron pero que no cesa de grabar las conversaciones de los vecinos para reproducirlas una y otra vez –a menudo en los momentos más inoportunos–; y su madre, Dawn, la joven y bella divorciada que le coge un cariño inesperado a Henry. Cuando Esperanza descubre una mancha en la fachada de la casa de Henry, se queda fascinada con la posibilidad de que ésta posea poderes milagrosos y empieza a organizar visitas al “lugar sagrado”. Incluso invita a el pastor de la parroquia, el padre Salazar, para que inspeccione la aparición. Inspirados por sus convicciones, los fieles que se congregan ante la mancha comienzan a reportar unos sucesos inexplicables que ellos atribuyen al poder maravilloso de la pared. A medida que crece el volumen de gente que le invade el jardín en busca de milagros y la amistad que está creando con la pequeña Millie –que le acerca cada vez más a Dawn–, el escéptico Henry se ve irrefrenablemente arrastrado de nuevo al mundo que había tratado de dejar atrás. De forma gradual comienza a observar el milagro de la esperanza, para terminar comprobando de primera mano el poder de la curación. Esta larga sinopsis explica practicamente toda la película. Y es que se queda en la superficie de todo, de sus personajes, de los traumas que los atormentan, del hecho catártico de la aparición de la mancha... el desarrollo se vuelve en ocasiones tedioso y repetitivo y sobre todo poco imaginativo en un guión demasiado simplón y poco arriesgado que partía de un material con muchas posibilidades, y en una realización plana de Pellington que parece haber descubierto el plano subjetivo con esta película y no deja de recordárnoslo. U.C. (Daniel Farriol) |